
La interna del peronismo entre Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner se volvió imposible de disimular tras la decisión del gobernador bonaerense de adelantar las elecciones provinciales mediante decreto, en contra de la estrategia impulsada por el kirchnerismo duro. Esta acción detonó una serie de acusaciones cruzadas, amenazas políticas y fracturas que reconfiguran el mapa interno del justicialismo de cara a las elecciones de 2025.
Mientras la provincia de Buenos Aires se prepara para votar en septiembre, el PJ enfrenta una de sus crisis internas más intensas desde 2003, en la que se disputan poder, conducción y modelo político. La disputa entre la nueva generación que lidera Kicillof y el núcleo tradicional de La Cámpora encabezado por Cristina y Máximo Kirchner marca una ruptura profunda dentro del espacio.
¿Qué decisión tomó Axel Kicillof?
A través de un decreto provincial, el gobernador Axel Kicillof resolvió desdoblar las elecciones bonaerenses y adelantarlas al mes de septiembre, separándolas de las elecciones nacionales. La medida fue interpretada como un acto de autonomía política frente a la estrategia que proponía el kirchnerismo de competir de manera unificada en octubre.
La decisión generó inmediato rechazo por parte de La Cámpora y los sectores alineados con Cristina Fernández de Kirchner, quienes consideraban que unificar las elecciones era fundamental para fortalecer al peronismo a nivel nacional.
El conflicto por la conducción del peronismo
El origen de la disputa entre Kicillof y Cristina no es reciente. Semanas antes del decreto, el peronismo discutía quién debía conducir el partido. En ese contexto:
- Se planteó una interna entre Cristina Fernández de Kirchner y Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja.
- Cristina representaba al kirchnerismo duro y Quintela al peronismo tradicional y federal.
- Axel Kicillof se perfilaba como uno de los referentes de este último sector.
Finalmente, Quintela se bajó de la contienda y Cristina fue confirmada como presidenta del PJ. Esta resolución calmó las aguas momentáneamente, pero dejó heridas abiertas.
Diferencias estratégicas rumbo a 2025
Las diferencias se profundizaron al discutir cómo encarar el calendario electoral de 2025:
- 🔹 Kicillof y su entorno: planteaban desdoblar las elecciones y anticiparlas, permitiendo que la provincia marque agenda propia, capitalizando la gestión bonaerense.
- 🔹 Cristina y Máximo Kirchner: defendían la unificación del calendario electoral, buscando una estrategia nacional coordinada que refleje unidad y arrastre votos.
Tras frustradas negociaciones en la Legislatura provincial, en las que ninguno de los sectores logró imponer su postura, Kicillof decidió avanzar de manera unilateral con el decreto de desdoblamiento.
La reacción del kirchnerismo: tensión y ruptura
La respuesta no se hizo esperar. Desde el kirchnerismo más duro, liderado por Máximo Kirchner, surgieron declaraciones de alto voltaje político. Según trascendidos, Máximo amenazó con postular a Cristina como candidata a gobernadora, una jugada que rompería aún más el espacio.
“Partió al peronismo, es un suicida”, se habría escuchado en los pasillos del Instituto Patria, en referencia directa a Kicillof.
El gobernador, por su parte, respondió desde su entorno que “no será un nuevo Alberto Fernández”, en alusión a la experiencia de subordinación política del expresidente frente al liderazgo de Cristina. Aseguran que Kicillof lidera un nuevo peronismo con base territorial y visión autónoma.
Kicillof: entre la gestión y la construcción política
El mandatario bonaerense apuesta a revalidar su liderazgo en la provincia con una elección anticipada que le permita mostrarse como el principal gobernador opositor al modelo de Javier Milei. Considera que adelantar los comicios fortalece al oficialismo bonaerense, y que competir pegado a la elección nacional podría diluir su figura.
Kicillof también busca proyectarse a nivel nacional. Algunos sectores del PJ federal y gobernadores ven en él a un posible candidato presidencial para 2027, si logra mantenerse como referente de gestión y logra cohesionar un espacio por fuera del kirchnerismo.
¿Cómo afecta esta interna al futuro del peronismo?
La interna entre Kicillof y Cristina representa mucho más que una disputa electoral. Se enfrentan dos modelos:
- 📌 El kirchnerismo histórico, centralizado, vertical y con fuerte identificación ideológica.
- 📌 Un peronismo territorial, con base en gobernadores, intendentes e incluso sectores sindicales, que pide más horizontalidad y renovación.
La falta de unidad pone en riesgo la competitividad del PJ en las elecciones nacionales de octubre. Si no se logra un acuerdo de mínimos, podrían generarse candidaturas divididas, debilitando al espacio frente a Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza.
¿Qué puede pasar en las elecciones bonaerenses?
Con las elecciones bonaerenses separadas del calendario nacional, Kicillof podría:
- Consolidar su liderazgo provincial con un triunfo anticipado.
- Posicionarse como referente opositor con resultados propios.
- Obligar al kirchnerismo a respaldarlo, aunque sea a regañadientes.
Sin embargo, si el kirchnerismo decide presentar una lista alternativa, podría dividir el voto y poner en riesgo la continuidad del peronismo en el poder provincial.
Reacomodamientos internos y el rol de los gobernadores
En las próximas semanas, se espera que intendentes del conurbano bonaerense y gobernadores definan su posición frente a la ruptura. Muchos de ellos prefieren una opción de unidad, pero no descartan alinearse con Kicillof si perciben que su estrategia es viable electoralmente.
El peronismo necesitará definir:
- Si Cristina será candidata o se mantendrá en un rol de conducción.
- Si Kicillof competirá en soledad o logrará incorporar aliados kirchneristas.
- Si habrá internas o si cada sector buscará su propio camino.
Conclusión: una interna que puede redefinir el futuro del PJ
La interna del peronismo entre Kicillof y Cristina dejó de ser una tensión silenciosa para convertirse en una fractura expuesta. El desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires es mucho más que una cuestión de calendario: es una disputa por el poder real dentro del espacio.
El resultado de esta batalla determinará no solo el futuro inmediato del peronismo, sino también quién conducirá la oposición al gobierno de Javier Milei en los próximos años.